Su audaz plan consiste en extraer el dióxido de carbono del aire usando ventiladores gigantes y una revolucionaria sustancia capaz de convertir el CO2 en combustible para autos, aviones, camiones y barcos.

La idea está basada en el proceso de fotosíntesis de los árboles, capaces de extraer el dióxido de carbono y convertirlo en oxígeno tras obtener el alimento necesario para garantizar la vida. El ambicioso proyecto ya está en marcha: recientemente se han inaugurado en un predio de Canadá los primeros ventiladores diseñados para separar el CO2.

A pesar de las buenas intenciones que parece albergar el plan del magnate, su proyecto no está libre de lucro. Gates está convencido de que las tecnologías ecológicas serán líderes en los mercados del futuro, por lo que todo el dinero invertido en estas investigaciones, podría traducirse en patentes capaces de multiplicar su fortuna durante las próximas décadas.

Fuente: History Channel